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Robar es un acto que ha existido desde hace siglos, y aunque siempre ha sido considerado un delito, hay algunos casos que llaman la atención por su peculiaridad. En este artículo, te presentamos los robos más curiosos de la historia.
El 21 de agosto de 1911, la Mona Lisa fue robada del Museo del Louvre en París. El ladrón, un empleado del museo llamado Vincenzo Peruggia, logró esconder el cuadro bajo su abrigo y salir del edificio sin ser detectado. La Mona Lisa fue recuperada dos años después cuando Peruggia trató de venderla a un coleccionista en Florencia.
En 1986, un hombre llamado Philippe Petit robó la Torre Eiffel. No se llevó la estructura física de la torre, sino que escaló hasta la cima y permaneció allí durante varias horas, realizando acrobacias con una cuerda. Petit fue arrestado al bajar de la torre y condenado a una multa de 1 franco simbólico por “haber causado daño a la propiedad pública”.
En 1955, Albert Einstein murió en Princeton, Nueva Jersey. Durante su autopsia, el patólogo Thomas Harvey decidió extraer el cerebro del famoso científico sin autorización. Harvey fue despedido del hospital y se llevó el cerebro con él. Durante los siguientes años, Harvey lo llevó consigo a diferentes lugares, incluso pidió a un artista que lo cortara en pedazos para enviarlo a científicos interesados en estudiarlo.
En 1968, la Unión Soviética perdió uno de sus submarinos nucleares, el K-129. El submarino se hundió en el Océano Pacífico y nunca se recuperó. Sin embargo, en 1974, un grupo de estadounidenses logró encontrar el submarino y lo robaron. La CIA y la Marina de los Estados Unidos trabajaron juntas para recuperar el submarino y su carga secreta.
En 2003, el unicornio de la Catedral de San Juan en Ratisbona, Alemania, fue robado. El unicornio es una estatua dorada de 50 kilos de peso que se encontraba en la cima de la torre de la catedral. Los ladrones lograron escalar la torre, cortar la estatua y bajarla con una cuerda. La estatua nunca fue recuperada y se cree que fue fundida para vender el oro.
En 2005, el diamante más grande del mundo, el Cullinan, fue robado del Museo de Diamantes de la Corona en Johannesburgo, Sudáfrica. El diamante pesa 3.106 quilates y tiene un valor estimado de 400 millones de dólares. Los ladrones lograron burlar la seguridad del museo y cortar una cerca de seguridad para escapar. Sin embargo, la policía recuperó el diamante unos días después y arrestó a los ladrones.
En 1963, un grupo de ladrones robó un tren que transportaba dinero en efectivo en Glasgow, Escocia. Los ladrones lograron detener el tren con una señal falsa y subieron a bordo. Después de neutralizar a los guardias, robaron varios sacos de dinero y escaparon en un coche. La policía nunca logró recuperar el dinero ni capturar a los ladrones.
En 2002, el Museo de Elvis Presley en Memphis, Tennessee, fue robado. Los ladrones lograron escapar con varios objetos de valor, incluyendo una guitarra y un micrófono. Sin embargo, lo más curioso es que también robaron un mechón de cabello de Elvis Presley. El cabello nunca fue recuperado.
En 2011, el codex Calixtinus fue robado de la Catedral de Santiago de Compostela en España. El codex es un manuscrito del siglo XII que contiene información sobre el Camino de Santiago y se considera un tesoro nacional. Los ladrones lograron desactivar la alarma de la catedral y escapar con el manuscrito. Sin embargo, la policía logró recuperarlo y arrestar a los ladrones.
Estos son solo algunos de los robos más curiosos de la historia. Aunque algunos de ellos tienen un toque de humor, es importante recordar que el robo es un delito y que sus consecuencias pueden ser graves. Siempre es mejor ganar las cosas con trabajo duro y honestidad.
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