Cámaras Espía

Para perfeccionar tu técnica acerca de cómo ocultar cámaras espía, es necesario que conozcas al dedillo cómo se detectar. De este modo, evitarás algún que otro error que suele desembocar en problemas tanto personales como legales. 

La mejor manera de detectar una cámara de espionaje es comprobar visualmente el lugar en busca de objetos sospechosos, tales como terminales de tecnología inalámbrica, dispositivos ocultos o bien que tenga artefactos externos molestos y similares. También se puede usar un detector de cámaras ocultas para monitorear e identificar ondas electromagnéticas que correspondan a dispositivos de vigilancia.

Existen diversas técnicas que no requieren del uso de tecnología avanzada y que te mostramos en nuestra guía sobre cómo detectar cámaras ocultas. 

Las cámaras espías son legales en España, aunque deben cumplir con la legislación nacional en cuanto a su uso y su ubicación. No está permitido colocar cámaras en zonas privadas sin el permiso de sus dueños, como el interior de una casa, baño o lugar de trabajo. Tampoco se permite interferir con la vida privada de otras personas o entrometerse en sus actividades. Por esta razón, es importante estar al tanto de la ley antes de adquirir cualquier cámara de vigilancia.

Consulta la ley vigente respecto al uso de este tipo de dispositivos en España.

Esta es solo una lista reducida de los supuestos casos en los que se suelen emplear cámaras espía: 

• Infidelidades: cuando hay indicios de que tu pareja te está poniendo los cuernos mientras no te encuentras en casa. 
• Bullying: situaciones en las que existe un abuso escolar reiterado ante la ausencia de figuras de poder. 
• Estafas de vendedores: concesionarios, tiendas y financieras que ofrecen un producto bajo contrato con unas condiciones abusivas o que no se incluyen en el contrato, o que no se han informado adecuadamente. 
• Insultos, acoso o difamaciones: suceden en todos lados. Vecinos, familiares cercanos, jefes, compañeros de trabajo. Narcisistas cuando se sienten descubiertos y empiezan sus campañas de agresividad y difamación. 
• Maltratos: casos en los que existe un maltrato físico y/o psicológico en una relación de pareja o intrafamiliar. 
• Corrupción: tanto actividades o comportamientos ilícitos en cuerpos de seguridad como en el ámbito de la política.
• Consultas médicas: los pacientes conflictivos o agresivos pueden suponer un problema serio para los médicos o especialistas sanitarios si no conservan una prueba evidenciando las agresiones.