Desde que el cine comenzó a popularizarse a principios del siglo XX, muchos directores han utilizado el robo como tema central de sus películas. Sin embargo, a lo largo de la historia, también ha habido casos en los que la realidad ha superado la ficción y se han producido robos realmente espectaculares en producciones cinematográficas.
En este artículo, repasamos algunos de los robos más grandes en la historia del cine.
Robo de la Mona Lisa
El 21 de agosto de 1911, en pleno auge del cine mudo, se produjo uno de los robos más sonados de la historia del arte. Ese día, la Mona Lisa, uno de los cuadros más famosos de Leonardo da Vinci, desapareció del Museo del Louvre de París.
Pese a la gran cantidad de pistas falsas, tras dos años de investigación, la policía francesa logró descubrir al autor del robo: el italiano Vincenzo Peruggia, un ex empleado del museo que había sido despedido unos meses antes del hurto.
Peruggia robó la Mona Lisa porque creía que el cuadro había sido robado por los franceses durante las guerras napoleónicas y que debía ser devuelta a Italia. Sin embargo, cuando intentó vender la obra en Florencia, fue detenido y acabó cumpliendo varios años de condena.
Este robo no solo inspiró la película «La Gioconda está triste», sino que también ha sido objeto de numerosos libros y documentales.
El robo del siglo
En 1972, un grupo de ladrones logró llevarse más de 30 millones de dólares en efectivo y joyas del botín del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York. Este robo, conocido como «El robo del siglo», se convirtió rápidamente en uno de los más grandes de la historia de Estados Unidos.
Aunque se detuvo a varios sospechosos, nunca se pudo recuperar gran parte del botín y todavía hoy hay muchas incógnitas sin resolver en torno a este caso.
Este robo ha sido también el argumento de varias películas, como la cinta «Goodfellas» de Martín Scorsese, en la que se recrea con detalle el asalto.
El robo de los diamantes del Fürstenberg
En 1994, un grupo de ladrones entró en el Museo del Palacio Nuevo de Berlín y se llevó un valioso botín compuesto por joyas y diamantes de la colección Fürstenberg, valorados en más de 1.000 millones de marcos alemanes (unos 658 millones de dólares).
Este robo fue una auténtica hazaña, ya que los ladrones lograron desactivar los sistemas de seguridad y escapar sin dejar rastro. Pese a que se han barajado varias teorías sobre los responsables, todavía hoy se desconoce la identidad de los autores del robo.
Este caso inspiró la película «The Baader Meinhof Complex», que relata la época de los movimientos terroristas en Alemania durante los años 70, y en la que también se aborda el robo de los diamantes del Fürstenberg.
El robo de la capa del Drácula
El actor estadounidense Bela Lugosi se convirtió en el rostro más famoso del Conde Drácula gracias a su participación en la película de 1931. Sin embargo, pocos años después, su famosa capa desapareció misteriosamente.
La capa de Bela Lugosi se había convertido en un objeto muy preciado para los coleccionistas de cine y, tras varios intentos fallidos, en 1979 fue robada del vestuario del Museo de Hollywood.
Sin embargo, en 2000 la capa fue encontrada en un armario de una casa de subastas de Los Ángeles y devuelta a su legítimo dueño, el actor Martin Landau, quien había participado en la película «Ed Wood» y se había hecho cargo de la capa tras la muerte de Lugosi.
El robo del Oscar de Marlon Brando
El Oscar que Marlon Brando ganó por su interpretación en «El Padrino» (1972) desapareció del domicilio del actor el día de su muerte en 2004.
El Oscar fue encontrado poco después en una tienda de antigüedades de Nueva York y devuelto a la Academia, que se lo entregó finalmente a la familia del actor.
Este caso demuestra el valor sentimental que pueden tener algunas piezas de la historia del cine, más allá de su valor económico.
En conclusión, los robos más grandes en la historia del cine no solo han sido objeto de atención por su valor económico, sino también por su valor histórico y sentimental. Además, muchos de estos casos han sido llevados a la gran pantalla y han inspirado películas que, a su vez, han contribuido a mantener viva la leyenda de estos robos.